Historias que inspiran

La vida y el camino espiritual de Matilde García

En el segundo capítulo de nuestro ciclo “Historias que inspiran: Yoga y vida”, tuve el honor de entrevistar a mi maestra, Matilde García, una referente del yoga y las terapias holísticas en Argentina. Su historia es una muestra viva de que nunca es tarde para escuchar el llamado interior y animarse a vivir de aquello que nos apasiona.

De estudiante de derecho a maestra de yoga

Matilde creció en una familia tradicional, donde el yoga no era bien visto en aquellos tiempos. Aun así, las semillas de esta disciplina ya estaban sembradas en su niñez.

“La primera vez que tuve contacto con el yoga fue a los 5 años, cuando mi tía me paró de cabeza. Vi el mundo desde otro lugar.”

Durante su juventud estudió Derecho, Ciencias Económicas y Marketing, y trabajó en tribunales, proyectando una carrera prometedora. Sin embargo, algo más profundo la llamaba.

El gran cambio llegó a los 40 años, al mudarse a Corrientes:

“Dejé la fama y la fortuna para dedicarme a lo que me gustaba. Ese fue el click en mi vida.”

Señales que guían el camino

Su historia está llena de símbolos y señales, como aquella anécdota de la infancia:

“Me escondí bajo la mesa, me comí una docena de mandarinas y armé un mandala con los gajos. Ese fue mi primer contacto con la geometría sagrada.”

Hoy, invita a sus alumnos y a todos nosotros a estar atentos:

“Aprendan a ver las señales. Nunca es tarde, pero cuanto antes podamos reconocerlas, mejor.”

El desafío de enseñar y vivir el yoga en lo cotidiano

Convertirse en maestra no fue un camino fácil. El mayor desafío, confiesa, fue aprender a integrar la vida espiritual con la vida cotidiana:

“El yoga nos enseña que lo importante es volver sagrado todo lo vulgar. No hay que apartarse de la vida ni de la familia, sino aprender a negociar y transformar lo cotidiano.”

 

La enseñanza como misión

Para Matilde, enseñar es un llamado que siempre estuvo en ella. Su misión, a lo largo de más de 28 años, ha sido abrir caminos para que otros continúen.

“Uno no puede quedarse en lo que sabe. Si no seguimos aprendiendo, nos estancamos y estancamos a quienes nos siguen.”

El mensaje que deja a sus alumnos

Al finalizar la entrevista, Matilde compartió un mensaje profundo para todos:

“Agradecer los mandatos que recibimos, pero aprender a soltar los que ya no sirven. No tener miedo al cambio. Anímense a hacer lo que aman, aunque no sea de golpe. La vida es transformación.”

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